sábado, 13 de marzo de 2010

tanguy



Tayne utiliza para hacer este retrato de una mujer, unos senos a modo de ojos, el ombligo sustituyendo la nariz y el pubis hace de boca. Para mi quiere representar lo femenino.

Nació en París, (Francia) y era hijo de un capitán de marina retirado. Sus padres eran ambos de origen bretón. A la muerte de su padre en 1908, su madre volvió a su pueblo natal Locronan, Finisterre, y Tanguy convivió la mayor parte de su juventud con otros familiares.

En 1918, Yves Tanguy se embarcó en un navío mercante antes de unirse al ejército, donde se hizo amigo de Jacques Prévert. Al acabar el servicio militar en 1922, volvió a París, donde trabajó en diversos oficios. Por casualidad vio un cuadro de Giorgio de Chirico y quedó tan impresionado que decidió convertirse en pintor aunque no tenía la más mínima educación formal para dedicarse a ello.

Tanguy tenía la costumbre de quedar totalmente absorbido por la obra en la que estuviese trabajando. Esta forma de crear una obra de arte puede obedecer a que su taller era muy pequeño y sólo podía albergar con comodidad únicamente una obra secándose.

Gracias a su amistad con Jacques Prévert, Tanguy fue admitido alrededor de 1924 en el círculo de surrealistas de André Breton. Tanguy desarrolló con rapidez su propio estilo pictórico, celebrando su primera exposición individual en 1927 en París. Ese mismo año se casó por primera vez. Durante esta época tan ocupada de su vida, Breton celebró con Tanguy un contrato para pintar 12 cuadros al año. Con sus ingresos fijados, pintó menos y acabó haciendo sólo 8 obras de arte para Breton.

A lo largo de los años treinta, Tanguy llevó la vida bohemia del artista que lucha por abrirse paso, lo que con el tiempo llevó al fracaso de su matrimonio. En 1938, después de ver la obra de la artista Kay Sage, Tanguy comenzó una relación con ella que, con el tiempo, le llevaría a su segundo matrimonio.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Sage volvió a su ciudad natal, Nueva York, y Tanguy, al que se consideró no apto para el servicio militar, la siguió. Pasó el resto de su vida en los EE. UU. Sage y Tanguy se casaron en Reno, Nevada el 17 de agosto de 1940.

Cuando la guerra iba a acabar, la pareja se trasladó a Woodbury, Connecticut y transformaron una antigua granja en un estudio para artistas. Vivirían allí el resto de sus días. En 1948 Tanguy se convirtió en ciudadano norteamericano.

En enero de 1955, Tanguy tuvo un infarto en Woodbury. Su cuerpo fue incinerado y conservado hasta la muerte de Sage, en 1963. Sus cenizas fueron esparcidas juntas por su amigo Pierre Matisse en la playa de Douarnenez en su querida Bretaña.

Los cuadros de Yves Tanguy tienen un estilo único, reconocible rápidamente, de un surrealismo abstracto. Muestran paisajes vastos y abstractos, en su mayor parte con una paleta de colores muy limitada, mostrando sólo destellos de colores que contrastan. Típicamente, estos paisajes de ensueño están poblados por formas abstractas variadas, a veces angulares y agudas como fragmentos de vidrio, otras veces con un aspecto orgánico introgante, como amebas gigantes repentinamente petrificadas
informacion de wikipedia

joan miro



Este cuadro se relaciona con el amanecer. El gallo representa el espíritu trabajador de la época, ya que se relaciona trabajo con el hecho de madrugar, y los gallos antiguamente eran los despertadores naturales de la gente, sobre todo del campo

Pintor español, Miró nació el 20 de abril de 1893 en Barcelona, estudió en la Escuela de Bellas Artes y en la Academia Galí. Sus obras recogen motivos extraídos del reino de la memoria y el subconsciente con gran fantasía e imaginación, y que se hallan entre las más originales del siglo XX.

Su obra anterior a 1920 muestra una amplia gama de influencias, entre las que se cuentan los brillantes colores de los fauvistas, las formas fragmentadas del cubismo y las bidimensionales de los frescos románicos catalanes. En 1920 se trasladó a París, encontrándose con Pablo Picasso, donde, bajo la influencia de los poetas y escritores surrealistas, fue madurando su estilo. Miró arranca de la memoria, de la fantasía y de lo irracional para crear obras que son transposiciones visuales de la poesía surrealista. Estas visiones oníricas, como El campesino catalán de la guitarra, El carnaval del arlequín (1925) o Interior holandés (1928), a menudo comportan una visión humorística o fantástica, conteniendo imágenes distorsionadas de animales jugando, formas orgánicas retorcidas o extrañas construcciones geométricas. Las composiciones de estas obras se organizan sobre neutros fondos planos y están pintadas con una gama limitada de colores brillantes, especialmente azul, rojo, amarillo, verde y negro. En ellas se disponen sobre el lienzo, como de modo arbitrario, siluetas de amebas amorfas alternando con líneas bastante acentuadas, puntos, rizos o plumas.

Posteriormente, Miró produjo obras más etéreas en las que las formas y figuras orgánicas se reducen a puntos, líneas y explosiones de colorido abstractos. Volvió a España en 1940. Miró también experimentó con otros medios artísticos, como grabados y litografías, a los que se dedicó en la década de 1950. También realizó acuarelas, pasteles, collages, pintura sobre cobre, escultura, escenografías teatrales y cartones para tapices. Sin embargo, las creaciones que han tenido una mayor trascendencia, junto con su obra pictórica, son sus esculturas cerámicas, entre las que destacan los grandes murales cerámicos La pared de la Luna y La pared del Sol (1957-1959) para el edificio de la UNESCO en París y el mural del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. En la actualidad su producción puede contemplarse en la Fundación Joan Miró en Barcelona y en los principales museos de arte contemporáneo de todo el mundo.
Informacion sacada de www.epdlp.com

salvador dali



Dalí siempre decía que la vida transcurre en un momento y que hay que aprovecharla al máximo, por eso este cuadro nos induce a pensar en la vida y el tiempo, y hace que pensemos al contemplarlo, que el tiempo se parara

Pintor español. Salvador Dalí nació en una madrugada de la primavera de 1904 en el seno de una familia burguesa, hijo de un notario bienpensante y de una sensible dama aficionada a los pájaros. Más tarde escribiría: "A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí".

Puesto que la persecución sería incesante y el objetivo no habría de alcanzarse nunca y, dado que en ningún recodo de su biografía estaba previsto que hallara el equilibrio y la paz, decidió ser excesivo en todo, intrepretar numerosos personajes y sublimar su angustia en una pluralidad de delirios humorísticos y sórdidos. Se definió a sí mismo como "perverso polimorfo, rezagado y anarquizante", "blando, débil y repulsivo", aunque para conquistar esta laboriosa imagen publicitaria antes hubo de salvar algunas pruebas iniciáticas, y si el juego favorito de su primera infancia era vestir el traje de rey, ya hacia sus diez años, cuando se pinta como El niño enfermo, explora las ventajas de aparentar una constitución frágil y nerviosa.


Salvador Dalí

Su precocidad es sorprendente: a los doce años descubre el estilo de los impresionistas franceses y se hace impresionista, a los catorce ya ha trabado conocimiento con el arte de Picasso y se ha hecho cubista y a los quince se ha convertido en editor de la revista Studium, donde dibuja brillantes pastiches para la sección titulada "Los grandes maestros de la Pintura".

En 1919 abandona su Cataluña natal y se traslada a Madrid, ingresa en la Academia de Bellas Artes y se hace amigo del gran poeta granadino Federico García Lorca y del futuro cineasta surrealista Luis Buñuel, de quien sin embargo se distanciará irreversiblemente en 1930. En la capital adopta un extraordinario atuendo: lleva los cabellos largos, una corbata desproporcionadamente grande y una capa que arrastra hasta los pies. A veces luce una camisa azul cielo, adornada con gemelos de zafiro, se sujeta el pelo con una redecilla y lo lustra con barniz para óleo. Es difícil que su presencia pase desapercibida.

En los revueltos y conflictivos meses de 1923 sufre un desafortunado contratiempo. En la Academia de Bellas Artes a la que está adscrito se producen manifestaciones en contra de un profesor, y antes de que dé comienzo el discurso oficial y se desate la violenta polémica, Salvador abandona la sala. Las autoridades creen que con este gesto ha sido él quien ha dado la señal de ataque y rebelión y deciden expulsarlo durante un año. Después, de nuevo en Figueras, los guardias vienen a detenerlo y pasa una temporada en la cárcel.

A la salida de prisión recibirá dos alegrías. La primera, una prensa para grabado que su padre le regala, y la segunda, la visita de su excelente compañero de la Residencia de Estudiantes de Madrid Federico García Lorca, quien, en las calurosas noches del verano de Cadaqués, lee a toda la familia Dalí sus versos y dramas recién compuestos. Es allí, junto al Mediterráneo, donde García Lorca redacta la célebre "Oda a Salvador Dalí", publicada unos años después, en 1929, en la Revista de Occidente. Pronto será también Luis Buñuel quien llegue a Cadaqués para trabajar con su amigo Salvador en un guión cinematográfico absolutamente atípico y del que surgirá una película tan extraña como es El perro andaluz.

En 1927 Dalí viaja por primera vez a París, pero es al año siguiente cuando se instala en la capital francesa y se une al grupo surrealista que lidera el poeta André Breton. Este último terminará expulsándolo del movimiento algunos años después, en una memorable sesión de enjuiciamiento a la que Dalí compareció cubierto con una manta y con un termómetro en la boca, aparentando ficticiamente estar aquejado de fiebre y convirtiendo así el opresivo juicio en una ridícula farsa.

La triple acusación a la que tuvo entonces que enfrentarse Dalí fue: coquetear con los fascismos, hacer gala de un catolicismo delirante y sentir una pasión desmedida e irrefrenable por el dinero. A esto precisamente alude el célebre apodo anagramático con que fue motejado por Breton, Avida dolars, acusación que lejos de desagradar al pintor le proporcionaba un secreto e irónico placer. De hecho, después de conocer a la que sería su musa y compañera durante toda su vida, Gala, entonces todavía esposa de otro surrealista, el poeta Paul Eluard, Dalí declaró románticamente: "Amo a Gala más que a mi madre, más que a mi padre, más que a Picasso y más, incluso, que al dinero."

Salvador se enamoró de Gala en el verano de 1929 y con ella gozó por primera vez de las mieles del erotismo. Es la época en que pinta Adecuación del deseo, Placeres iluminados y El gran masturbador, pintura esta última que fue atacada y desgarrada por el fanático grupo puritano los Camelots du Roy. Mientras tiene lugar una exposición de sus obras en la Galería Goemans de París, la joven y apasionada pareja se refugia y aísla en la Costa Azul, pasando los días y las noches encerrados en una pequeña habitación de un hotel con los postigos cerrados.


Dalí, un genio excéntrico

Enterado el padre de Salvador de la vida disoluta de su hijo por un artículo de Eugenio d'Ors aparecido en La Gaceta Literaria, rompe relaciones con su vástago; pero ello no debió afectarlo demasiado, o quizás sí, puesto que es en esa época en que el artista realiza lo mejor de su obra, como el célebre cuadro Persistencia de la memoria (1931), donde blandos relojes cuelgan de la rama de un árbol, del borde de un pedestal y sobre una misteriosa forma tendida en la vasta extensión de la playa.

En 1934 viaja con su ya inseparable Gala a Estados Unidos, donde desembarca y se presenta ante los periodistas con un enorme pan cocido por el cocinero del trasatlántico que les ha transportado. En sus erráticas manifestaciones no duda en asociar el mito hitleriano con el teléfono y a Lenin con el béisbol. Son todas bromas absurdas que tratan de quitar hierro a una situación política amenazante. Dos años después se desata la atroz guerra civil en España y una de las primeras muestras de la probidad de los militares insurrectos es el infame asesinato de su amigo Federico García Lorca, crimen que conmocionó a la opinión pública internacional. Dalí escribió: "Lorca tenía personalidad para dar y vender, la suficiente para ser fusilado, antes que cualquier otro, por cualquier español."

En 1938 conoce por fin, gracias al escritor vienés Stefan Zweig, a Sigmund Freud, quien había sido el gran inspirador de la estética surrealista, de la que Dalí no se siente marginado pese a las bravatas de Breton, sino que por el contrario se considera el único y más genuino exponente. El padre del psiconálisis había dado pábulo a la nueva indagación del inconsciente con su libro La interpretación de los sueños (1900), pero nunca se había tomado demasiado en serio a sus jóvenes admiradores de París.

No obstante, el 20 de julio de 1938, tras el encuentro, Freud anotó en su diario: "Hasta entonces me sentía tentado de considerar a los surrealistas, que aparentemente me han elegido como santo patrón, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel joven español, con sus espléndidos ojos de fanático e innegable dominio técnico, me movió a reconsiderar mi opinión". Por su parte, el artista realizó asombrosos y alucinantes retratos del "santo patrón" de los surrealistas.
Informacion sacada de www.biografiasyvidas.com

george grozs



En este cuadro hay alrededor de la mesa unos extraños personajes: unos hombres vestidos de pingüinos, sin cabeza y reunidos con un hombre muy grande. Encima de la mesa observamos una espada manchada de sangre, como hecho de juramento. También hay un burro. Cerca de la mesa hay un muerto y una niña. En la pared tenemos el símbolo del dólar, como signo de poder y riqueza.

Pintor e ilustrador expresionista alemán. Nació en Berlín el 26 de julio de 1893 y estudió arte en la Academia de Dresde, en la Escuela de Artes y Oficios de Berlín y en la Academia Colarossi de París (Francia), y sirvió en el ejército durante la I Guerra Mundial. Es célebre por sus dibujos y caricaturas de enorme carga satírica. Las distintas series de dibujos relacionados con las condiciones de vida en la Alemania posterior a la I Guerra Mundial aparecieron en las revistas Ecce homo (1923) y Das Gesicht der herrschenden Klasse (El rostro de la clase gobernante, 1921). En Metrópolis (1916-1917, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España), obra de atmósfera apocalíptica, Grosz refleja el ambiente de inseguridad producido por la guerra y la locura que se había apoderado de la sociedad europea. Opositor a ultranza del militarismo y del nacionalsocialismo, fue uno de los primeros artistas alemanes en atacar a Adolf Hitler. En 1932 emigró a Estados Unidos y en 1938 obtuvo la nacionalidad. Hacia 1936 comenzó a pintar al óleo y adoptó una temática menos ácida, realizando numerosos desnudos, naturalezas muertas y escenas callejeras. En vísperas de la II Guerra Mundial su arte adquirió un tono desesperado. Reconocido como uno de los dibujantes más brillantes de su época, fue también un aclamado profesor. Registró sus experiencias como artista en su autobiografía Un pequeño sí y un gran no (1946). Nombrado miembro de la Academia de las Artes de Berlín oeste en 1958, volvió a su patria a comienzos del año siguiente. Murió el 6 de julio de 1959 en Berlín
Informacion sacada de virb.com/natureofthebeast

OTTO DIX



Este cuadro es una de las numerosas obras del autor que refleja la muerte. Esta pintura representa un soldado de la Primera Guerra Mundial, época en la que vivió el autor

La política fue un elemento decisivo en su forma de entender el mundo, esto es, de pintar, y su implicación ética con los derrotados, los humillados y ofendidos de la historia, unida a su acusado sentido de lo grotesco, le condujeron a pintar de una forma tan vigorosa y exaltada que a menudo causaba aversión. Sus putas, sus mutilados, el lumpen que puebla su obra, constituyen una de las denuncias iconográficas más potentes de la historia del arte. Su verismo, su hipertrofiada objetividad, su tendencia a la caricatura, a retratar lo obsceno, es decir, aquello que acostumbra a permanecer oculto, velado por la hipocresía, la buena educación y el gusto dominante –o impuesto– le llevaron en dos ocasiones al banquillo, afortunadamente sin consecuencias, y le convirtieron en una de las presas más cotizadas por el nazismo. Otto Dix era, se mirara como se mirara, un artista degenerado. La Segunda Guerra Mundial –de hecho la toma nazi del poder– supuso para Dix un golpe del que ya no se recuperaría. Había perdido impulso y las circunstancias no le permitirían recuperarlo. Pero eso ya no importaba mucho: Otto Dix era uno de los grandes, uno de esos artistas que representan a una época y que nos devuelven, transformada, enriquecida, violentada, su imagen, la de una Historia que nos explica el presente y que, en ocasiones, ayuda a vislumbrar el futuro.

Tiempos de guerra

Otto Dix nació el 2 de diciembre de 1891 en Untermhaus, cerca de Gera, en Turingia. Hijo de obreros cualificados estudió dibujo y muy joven comenzó a trabajar como pintor-decorador. En 1908 ya pinta sus primeros óleos, pasteles y dibujos al carboncillo y, un año más tarde, ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de Dresde, la que fuera su ciudad de referencia. Pero una catástrofe interrumpiría su vida y la de millones de europeos: la Primera Guerra Mundial. Kokoschka fue herido en una emboscada y capturado por los rusos en el frente oriental; Macke caía el 29 de septiembre en la Champagne francesa y Marc sucumbía el 4 de marzo de 1916 en Verdún; Kirchner, por su parte, fue asaltado por tal crisis física y mental que tuvo que ser ingresado en el sanatorio Königstein en el Taunus. Dix tuvo más suerte que ellos. Tras incorporarse como voluntario al frente recorrió en un convoy militar Francia, Flandes, Polonia y Rusia; fue herido, condecorado y ascendido. Pero esa buena suerte, ese cumplimiento ejemplar no debe engañarnos. Mientras duró la campaña Otto Dix escribió multitud de cartas describiendo los horrores de aquella feroz matanza y, sobre todo, trabajó a destajo en unas condiciones dramáticas, esas condicione que, milagrosamente, habían permitido también escribir a Wittgenstein su Tractatus. Dix pintó retratos y autorretratos–su célebre Autorretrato como soldado– así como cientos de dibujos, aguadas y acuarelas. Influido por el cubismo y el futurismo el pintor tomaría nota de la devastación, de las trincheras y lo impactos de los obuses, de los cadáveres desmembrados y de la naturaleza arrasada. Todo ello le haría merecedor, años más tarde, de la denuncia de los exquisitos críticos nazis: por “sabotaje al espíritu militar de las fuerzas armadas”. Para Dix la guerra es un fenómeno telúrico, geológico, pero esa aparente impersonalidad no oculta su feroz denuncia. Tan sólo Goya había logrado algo parecido a lo que Dix hará en esos años. En 1916, en la Galería Arnold, muestra ya algunos de sus trabajos, macabros, expresionistas, como La guerra, Autorretrato como Marte, o el guache Trincheras. Aunque no será hasta 1923 que no aparezca la carpeta definitiva sobre el tema La guerra, y pinte su óleo Las trincheras, hoy desaparecido. “Ese Dix provoca náuseas”, aseguró el historiador del arte Julius Meier-Graefe en 1924. El “entrenamiento demencial de cuatro años” que fue la contienda rinde sus frutos artísticos en una obra que quedará definitivamente afectada por su impacto. “A juzgar por los cuadros bélicos de los antiguos, parece como si sus autores nunca hubieran estado allí”, se queja Dix. Pero él sí estuvo, y se empapó de la miseria, del sufrimiento y del dolor. Su tremendo tríptico sobre el tema exime de cualquier comentario, y los nazis no se lo perdonarían. Era difícil, al comienzo, no sucumbir a la fascinación de los uniformes, al delirio popular, al hechizo propagandístico de las “tempestades de acero”. Incluso alguien tan poco proclive a esos frenesís como Stefan Zweig no pudo sustraerse del todo a su atracción. Así lo confiesa en sus memorias: “En honor a la verdad debo confesar que en aquella primera salida ala calle de las masas había algo grandioso, arrebatador, incluso cautivador, a lo que era difícil sustraerse. Y, a pesar del odio y la aversión a la guerra, no quisiera verme privado del recuerdo de aquellos primeros días durante el resto de mi vida”. Otto Dix no se dejó engañar, y si bien afirmó que no era pacifista, como no era “político” ni otras muchas cosas, lo cierto es que su obra es incuestionablemente antibelicista, como sus pinturas, su compromisos, estuvieron siempre con la izquierda. Pues los tiempos en los que Dix más brilló fueron tiempos turbulentos y exaltados; fue una época fascinante y terrible en que izquierda y derecha radicalizaban sus posturas y se enfrentaban diariamente en las calles, en los cafés, en los barrios. Fueron los tiempos de la efímera, romántica y malograda República de Weimar, de la que Dix fue, de algún modo, “pintor de corte”.

Tiempos de revuelta

Tras la contienda, en 1919, Otto Dix volvió a su querida Dresde e iniciaría el periodo más fecundo, más innovador y brillante de su carrera. Y también el más comprometido políticamente. El 3 de noviembre de 1918 la flota alemana se había sublevado en Kiel: era el comienzo. A la sublevación siguieron levantamientos en Colonia, Hannover o Munich, donde el poeta y socialista Kurt Eisner proclama, por fin, la caída de la monarquía y forma el primer Consejo de Obreros y Soldados. Poco después se constituyen otros en Dresde o Leipzig y, apenas unos días más tarde, los acontecimientos se precipitan. El 10, bajo la presión de una huelga general, Guillermo II abdica, dimite el canciller Max von Baden y el Consejo de Comisarios del Pueblo nombra a Friederich E. Ebert, miembro del Partido Socialista Alemán, presidente de la República, y a su compañero de partido, Ph. S. Scheidemann, primer ministro. Es la “revolución de noviembre”: la República de Weimar ya está en marcha. Los conflictos, sin embargo, no tardan en aparecer. Buena parte de Alemania, en especial Berlín, donde en última instancia se juega su destino la República, se halla sumida en huelgas, mientras sus calles son un hervidero de manifestaciones, desfiles y proclamas. En las empresas se han creado consejos de obreros y soldados, alentados por la oposición pero sobre todo por los espartaquistas de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg: queda otra revolución pendiente. El 6 de enero de 1919 Ebert encarga a un compañero de filas, Gustav Noske, que tome el mando de las fuerzas armadas congregadas en Berlín para acabar con el “caos”. Como es tradicional el orden se impondrá con bestial contundencia. Mientras se elabora la constitución en Weimar, bajo los auspicios de Goethe y Schiller, Noske, apoyado por cuerpos de voluntarios, por tropas de aventureros del antiguo ejército imperial pagadas por industriales, “limpian” Berlín y sus alrededores
Informacion sacada de www.elviejotopo.com

martes, 9 de febrero de 2010

cassat


Sus cuadros eran serenos y superficiales, dedicados a mujeres normales en situaciones cotidianas.En este cuadro aparece una dulce niña agarrando a su gato,como cualquier otra niña podria hacer por eso se dice que sus cuadros presentan situaciones cotidianas.y el simple hecho de una ñiña y su gato pude hacer que sea bello.Este cuadro se titula SARA HOLDING Y SU GATITO
Mary Stevenson Cassatt. 1844-1926

Nació en Allegheny City, ciudad que actualmente forma parte de Pittsburgh. Perteneció a una familia acomodada en donde la educación era muy valorada. Su padre era un importante hombre de negocios que pensaba que viajar era el mejor modo de aprender, por lo cual antes de cumplir los diez años, ya había visitado las principales capitales europeas.

Inició sus estudios de pintura en la Academia de Bellas Artes de Pennsylvania (1861-1865), a pesar de no contar con la aprobación de sus padres. En 1866 cansada de la actitud condescendiente de los profesores y alumnos, así como del desarrollo lento de los cursos, decidió estudiar a los maestros del arte por sí misma y se mudó a París.

Al iniciarse la guerra Franco-Prusiana regreso a los Estados Unidos, a su pequeño pueblo donde vivió nuevamente con su familia. Su padre aun continuabe resistiéndose a aceptar su vocación por lo que la ayudaba solo con sus necesidades básicas y no con materiales artísticos, los cuales además eran muy difíciles de conseguir. En 1871 fue comisionada por el arzobispo de Pittsburg a realizar unas copias de pinturas en Italia, luego de lo cual viajó por toda Europa.

En 1872, observamos una maduración en us estilo debido en parte al estudio de los maestros en los más importantes museos europeos y a las indicaciones de su maestro Camille Pisarro. Ese mismo año una de sus pinturas fue aceptada por el jurado para ingresar en el Salon de Paris. Los críticos dijeron que sus colores eran muy brillantes y que sus retratos demasiado fieles para favorecer al modelo.

Después de ver la obra al pastel de Edgar Degas en la ventana de una galería de arte, supo que no estaba sola en su rebelión. En una carta a un amigo encontramos los siguiente: “Solía aplastar mi nariz contra las ventanas para absorber todo lo que podía de su arte…Cambió mi vida, desde entonces pude ver al arte del modo que siempre quise verlo”.

En 1874 conoció a Edgar Degas quien la invitó a exhibir su trabajo con los impresionistas, lo que finalmente ocurrió en 1879. Poco después de su triunfo con los impresionistas, Cassat dejo la pintura para hacerse cargo de su madre y hermana quienes enfermaron luego de mudarse a París en 1877. Su hermana murió en 1882 pero su madre recupero la salud luego de lo cual Cassat retomó la pintura a mediados de 1880. Permaneció unida a este círculo hasta 1886, sin embargo su amistad con Degas y Berthe Morisot no se disolvió.
El paseo en barca (The Boating Party), pintura de Mary Cassat, h. 1893-1894, óleo sobre lienzo, 90 x 117 cm, Galería Nacional de Arte, Washington DCEl estilo de Cassat continuó en evolución, por lo que dejó el impresionismo y se acercó más hacia una honesta y simple copia de la realidad. Hacia 1886, ya no se identificaba con éste ni con ningún otro movimiento artístico y empezó a experimentar con varias técnicas. En su trabajo podemos observar que casi un tercio de sus pinturas nos muestran escenas domésticas y retratos de madres e hijos en íntima relación.

La década de 1890 fue la época más creativa de Cassat, incluso se convirtió en modelo a seguir para jóvenes artistas americanas, entre estas destacan Lucy A. Bacon, a quien Cassat le presento Camille Pisarro. Al iniciarce el nuevo siglo, trabajo como consejera en varias colecciones de arte donde dejó estipulado que eventualmete donarían sus ventas a los Museos de Arte Norteamericanos. Sin embargo, el reconocimiento de su arte llego tardíamente a los Estados Unidos.

En 1891, exhibió una serie de coloridas pinturas entre las cuales estaban Mujer tomando un baño y El salón de belleza, cuadros inspirados en el arte japonés que fueron exhibidos en París un año antes.

juan gris


Este cuadro se titula LA GUITARRA en el que podemos observar un estilo abstracto.Aparece una guitarra deform spbre una mesa y a la izquierda de la guitarra se pude apreciar un ojo con la mirada fija
El cubismo tiene un representante excepcional en Juan Gris, considerado universalmente como el más puro intérprete de este movimiento.
Las obras propiedad de Telefónica -10 óleos, 1 collage y 1 dibujo a lápiz- representan, posiblemente una de las mayores colecciones del mundo del pintor, a causa de la extrema dispersión y escasez de la obra de este autor fallecido con apenas 40 años. Cinco de estos óleos se encuentra actualmente expuestos en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en virtud de un acuerdo de colaboración establecido entre esta Institución y Telefónica.
Las cinco obras restante: "Verres, journal et bouteille de vin" (1923), "Arlequin" (1918), "Guitare et compotier" (1926-1927), "La fenêtre aux colines" (1293), "Le paquet de tabac" (1923) y "Le grappe de raisins" (1925), que pueden encontrarse expuestas en la Sala de los Arcos, constituyen por si mismas y cada una de ellas un significativo exponente de la obra del pintor que en 1925 y como respuesta a una pregunta que sobre el cubismo le había hecho el Bulletin de la Vie Artistique, Juan Gris respondía: "Hoy evidentemente, me doy cuenta de que, en sus comienzos, el cubismo no era otra cosa que un nuevo modo de representación del mundo

sisley


Sisley se dedicó en especial al paisaje, que será su temática preferida. Estudió en repetidas ocasiones el mismo paisaje con condiciones climatológicas diversas, intentando captar los efectos atmosféricos.En este lienzo se aprecia claramente lo nombrado anteriormente:captar los efectos atmosfericos y los paisajes.Utilizando correctamente el uso de las sombras .Titulo CASTILLO DE ROUS
Alfred Sisley (París, 30 de octubre de 1839 - Moret-sur-Loing 29 de enero de 1899) fue un pintor impresionista francobritánico.

De padres ingleses, fue enviado a Inglaterra para aprender el idioma y realizar estudios de comercio, contrarios a sus deseos artísticos. Empieza a pintar como aficionado e ingresa en el estudio de Charles Gleyre donde conoce a Pierre-Auguste Renoir y Frédéric Bazille. La guerra franco-prusiana de 1870 arruinó a su familia y obligó a Sisley a marchar a Londres. Decide entonces ser pintor. En 1874 expuso en la primera exposición de los impresionistas y lo continuaría haciendo en 1876, 1877 y 1882.

Sisley fue eminentemente un pintor paisajista, que se distinguió de sus colegas impresionistas por la decisiva intervención en sus cuadros de los elementos más imponderables: el agua, la nieve, el cielo, la niebla, de tal forma que ha sido considerado, junto a Monet, como uno de los impresionistas más puros. Entre 1872 y 1880 realizó lo mejor de su producción: paisajes de gran espontaneidad de los alrededores de París, de Marly, Louveciennes, Bougival, Sèvres, Saint-Cloud o Meudon.

Sisley nunca alcanzó el renombre de la mayor parte de sus compañeros impresionistas y vivió en la miseria a partir del momento en que dejó de recibir la ayuda económica de su acomodada familia. Esta situación se produjo a causa del hundimiento del negocio familiar en 1871. Falleció como había vivido, en la pobreza, antes de poder contemplar como sus cuadros, que en angustiosos momentos de penuria había vendido a precios irrisorios, al poco de su muerte comenzaban a ser apreciados por la crítica y el público y alcanzaban elevadas cotizaciones en el mercado artístico.

lunes, 8 de febrero de 2010

picasso

EL GUITARRISTA CIEGO.Aparce un guitarrista ciego con pinta de yonki vagabundo mirando hacia abajo y con los pies descalzos
Pablo Picasso

(Pablo Ruiz Picasso, Málaga, 1881 - Moulins, Francia, 1973) Artista español. Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde el joven pintor se rodeó de un grupo de artistas y literatos, entre los que cabe citar a los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba reunirse en el bar Els Quatre Gats.

Entre 1901 y 1904 Pablo Picasso alternó su residencia entre Madrid, Barcelona y París, mientras su pintura entró en la etapa denominada período azul, fuertemente influida por el simbolismo. En la primavera de 1904, Picasso decidió trasladarse definitivamente a París y establecerse en un estudio en las riberas del Sena. En la capital francesa trabó amistad, entre otros, con los poetas Guillaume Apollinaire y Max Jacob y el dramaturgo André Salmon; entre tanto, su pintura experimentó una nueva evolución, caracterizada por una paleta cromática tendente a los colores tierra y rosa. Al poco de llegar a París entró en contacto con personalidades periféricas del mundillo artístico y bohemio, como los estadounidenses Leo y Gertrude Stein, o el que sería su marchante por siempre, Daniel-Henry Kahnweiler.

Hacia finales de 1906 Pablo Picasso empezó a trabajar en una composición de gran formato que iba a cambiar el curso del arte del siglo **: Les demoiselles d'Avignon. En esta obra cumbre confluyeron numerosas influencias, entre las que cabe citar como principales el arte africano e ibérico y elementos tomados del Greco y Cézanne. Bajo la constante influencia de este último, y en compañía de otro joven pintor, Georges Braque, Pablo Picasso se adentró en una revisión de buena parte de la herencia plástica vigente desde el Renacimiento, especialmente en el ámbito de la representación pictórica del volumen: fue el inicio del cubismo.

A partir de 1909, Picasso y Braque desarrollaron dicho estilo en una primera fase denominada analítica. En 1912 introdujeron un elemento de flexibilidad en forma de recortes de papel y otros materiales directamente aplicados sobre el lienzo, técnica que denominaron collage. La admisión en el exclusivo círculo del cubismo del pintor español Juan Gris desembocó en la etapa sintética de dicho estilo, marcado por una gama cromática más rica y la multiplicidad matérica y referencial.

Entre 1915 y mediados de la década de 1920 Picasso fue abandonando los rigores del cubismo para adentrarse en una nueva etapa figurativista, en el marco de un reencuentro entre clasicismo y el creciente influjo de lo que el artista denominó sus «orígenes mediterráneos». Casado desde 1919 con la bailarina rusa Olga Koklova y padre ya de un hijo, Paulo, Pablo Picasso empezó a interesarse por la escultura a raíz de su encuentro en 1928 con el artista catalán Julio González; entre ambos introdujeron importantes innovaciones, como el empleo de hierro forjado.

En 1935 nacería una hija, Maya, de una nueva relación sentimental, Marie-Therèse, con quien Pablo Picasso convivió abiertamente a pesar de seguir casado con Olga Koklova; a partir de 1936, ambas debieron compartir al pintor con una tercera mujer, la fotógrafa Dora Maar.

El estallido de la guerra civil española lo empujó a una mayor concienciación política, fruto de la cual es una de sus obras más conocidas, el mural de gran tamaño Gernika. En 1943 conoció a Françoise Gilot, con la que tendría dos hijos, Claude y Paloma. Tres años más tarde Pablo Picasso abandonó París para instalarse en Antibes, donde incorporó la cerámica a sus soportes predilectos.

En la década de 1950 realizó numerosas series sobre grandes obras clásicas de la pintura, que reinterpretó a modo de homenaje. En 1961 Pablo Picasso contrajo segundas nupcias con Jacqueline Roque; sería su última relación sentimental de importancia. Convertido ya en una leyenda en vida y en el epítome de la vanguardia, el artista y Jacqueline se retiraron al castillo de Vouvenargues, donde el creador continuó trabajando incansablemente hasta el día de su muerte.

vaan gogh

AUTORETRATO

En estea auto retrato podemos apreciar la dejadez que tenia Van Gogh hacia si mismo,la mirada perdida hacia ningun lado ,tiene cara de loco y barba.En este cuadro predomia los colres frios
Vincent Willem van Gogh nace en Groot Zunder (Holanda) el 30 de marzo de 1853 en el seno de una familia de clase media. Destaca en el aprendizaje de inglés, alemán y francés, pero a los 15 años abandona sus estudios. En sus primeros años de adulto se vuelca obsesivamente a la religión, llegando a predicar en varias ocasiones, luego la deja de lado. Su vida transcurre entre Etten, La Haya, Londres, Paris, Masnes, Nuenen, Arles, Auves y otros pueblos.
Sacado de delitosinformaticos.com
Es mantenido durante casi toda su vida por su querido hermano Theo.

Hasta los 30 no tendrá vocación artística, si bien antes hizo varios dibujos, es en 1883 cuando pinta su primer cuadro titulado "Muchacha bajo los árboles", al que siguen varios más inspirados en su compañera sentimental y en motivos campestres, desencadenando luego en las grandes obras maestras hoy reconocidas mundialmente.

Theo continúa su apoyo económico como anticipo de las ventas de unos cuadros que nunca se venderán. Vincent dirá a este respecto:

"Yo no tengo la culpa de que mis cuadros no se vendan. Pero llegará el día en que la gente se dará cuenta de que tiene más valor de lo que cuestan las pinturas".

Toma contacto con los mayores artistas de la época y va migrando sus obras hasta el estilo que lo define claramente, el neo-impresionismo marcando su propio estilo único.

Su personalidad es claramente inestable, pasando por el alcohol, los hospitales psiquiátricos, los desengaños, los cambios de creencias, ataques donde se tragaba sus pinturas, y hasta el suicidio.

En 1890 compran el primer cuadro suyo "El viñedo rojo", en julio de ese mismo año viaja a París a ver a su hermano, el cual está pasando por una situación difícil, y creyendo que él era parte de esos problemas, sale al campo y se dispara con un revólver, causa que dos días después lo lleva a la muerte un 29 de julio de 1890.

A lo largo de su corta vida, Van Gogh, realiza cerca de 750 pinturas y alrededor de 1600 dibujos, pasando por diferentes etapas de creación.
Sacado de delitosinformatico.com

viernes, 22 de enero de 2010

William Blake ( Londres (Inglaterra); 28 de noviembre de 1757 – † Ibídem; 12 de agosto de 1827) fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente el trabajo de Blake cuenta con una alta consideración. Por la relación que en su obra tienen la poesía y sus grabados respectivos suele ponerse a Blake como ejemplo del «artista total». Según el periódico The Guardian, «William Blake es con gran margen el mayor artista que Gran Bretaña ha producido».1
Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería perjudicial para entender la magnitud de su obra: Blake veía estas dos disciplinas como dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo. Por esta razón, las ediciones ilustradas de la obra de Blake han sido especialmente valoradas en el pasado, hasta que los avances en las técnicas de impresión han permitido una mayor difusión, al hacerse éstas más accesibles.2
Infancia y familia
Blake nació en el 28 de Broad Street, Golden Square, Londres, en una familia de clase media nueva, en el año 1757. Su padre era calcetero. Se cree que pertenecieron a una secta religiosa radical denominada Dissenters. La madre de Blake, Catherine Wright, y su primer marido habían pertenecido a la Iglesia de Moravia, y algunos críticos advierten ciertos ecos moravianos en la poesía de Blake. La Biblia fue una influencia temprana y profunda en Blake, y seguiría siendo una fuente de inspiración crucial durante toda su vida.
Desde una edad temprana Blake tuvo visiones, la más precoz fue cuando, en Peckham Rye, teniendo alrededor de nueve años vio un árbol lleno de ángeles «adornando con destellos, como estrellas, cada rama». De acuerdo con el biógrafo victoriano de Blake, Alexander Gilchrist, después de tener la visión regresó a su casa y lo comentó, escapando de una paliza de su padre por la intervención de su madre. Aunque todas las evidencias sugieren que los padres apoyaban a Blake y eran de tendencia muy liberal, su madre parece que fue especialmente defensora; varios dibujos y poemas primerizos de Blake decoraban las paredes de su habitación.
En otra ocasión, Blake observó a los segadores trabajando, y vio «figuras angelicales caminando entre ellos». Es posible que otras visiones ocurrieran antes de estos incidentes: más adelante en su vida, la esposa de Blake, Catherine, le recordaría la vez que vio la cabeza de Dios «colocada en la ventana». La visión, recordaba Catherine a su marido, le dejó gritando.3
Blake comenzó a grabar copias de dibujos de antigüedades griegas, llegando su padre a comprarle algunas (una indicación más del apoyo que sus padres le dieron), una práctica que le era preferida al dibujo propio. A partir de estos dibujos, Blake encontró su primera exposición a las formas clásicas, a través del trabajo de Rafael, Miguel Ángel o Alberto Durero, artistas que no gozaban entonces de igual reconocimiento, pero que Blake creía superiores a aquellos de las escuelas flamencas y venecianas. La influencia de estas obras clásicas en sus pinturas puede apreciarse en su obra posterior.4
Sus padres conocían su temperamento testarudo y no le enviaron a la escuela sino que le permitieron acceder a la escuela de dibujo de Henry Pars, donde aprendió los fundamentos de este arte. Leía ávidamente los temas que él mismo elegía. Durante este período, Blake también hacía exploraciones en la poesía; sus primeros trabajos mostraban el conocimiento de Ben Jonson y Edmund Spenser.
[editar] Aprendizaje con Basire


La escalera de Jacob.
El 4 de agosto de 1772, a la edad de catorce años, Blake comenzó sus siete años de aprendizaje con James Basire, grabador de la Society of Antiquaries y de la Royal Society, en el 31 de Great Queen Street. El estilo de Basire, que muchos consideraban anticuado, encajaba más con el estilo personal de Blake; sin embargo, la instrucción en esta forma anticuada pudo haber tenido después un efecto perjudicial en sus intentos por adquirir trabajo o reconocimiento al final de su vida.
Durante este tiempo Blake aprendió la complicada técnica de los grabados tal como se hacían en la Inglaterra de finales del siglo XVIII. Se cree que algunas de las ilustraciones de Blake durante esta época pudieron ser las de A New System, or an Analysis of Ancient Mythology de Jacob Bryant, y Sepulchral Monuments in Great Britain de Richard Gough. Sin embargo muchos de los trabajos que llevaban a cabo los aprendices en aquella época eran firmados por el maestro, de modo que no podemos saberlo con seguridad.
Basire era, al parecer, un buen profesor para Blake: no hay registros de ningún desacuerdo serio entre los dos durante el período de aprendizaje de Blake. Sin embargo, más adelante, Blake agregaría el nombre de Basire a su lista de adversarios artísticos, para tacharlo después.5 Durante su aprendizaje, Basire le envió a realizar copias de iglesias góticas de Londres, y especialmente para copiar los grabados de las tumbas de los reyes y reinas en la Abadía de Westminster (posiblemente para terminar con una pelea Blake y James Parker, otro de los aprendices). Las primeras obras que pueden atribuirse con toda seguridad a Blake muestran su interés por la historia y la leyenda británica, más tarde unificaría estas obras en Joseph of Arimathea among the Rocks of Albion.
La abadía de Westminster tenía a finales del XVIII un aspecto completamente distinto al actual, estaba adornada con armaduras, efigies funerales pintadas y trabajos de cera multicolor. Fueron particularmente las experiencias de Blake en la abadía las que comenzaron a formar en el artista los fundamentos de sus ideas y su estilo artísticos. Blake empleó muchas tardes realizando bosquejos de la catedral, durante las cuales era en ocasiones interrumpido por alumnos de la escuela de Westminster. En una ocasión un estudiante molestó tanto a Blake que éste le golpeó haciéndole caer contra un andamio en el suelo, «sobre el cuál cayó con gran violencia». En la abadía, Blake tuvo otras visiones de una gran procesión de monjes y sacerdotes, que caminaban bajo el sonido de «un canto litúrgico y una coral».
La Royal Academy


Pintura al temple ilustrando el Libro de Job.
En 1779, a los 21 años, Blake pasó a ser estudiante de la Royal Academy en Old Somerset House. A pesar de que su educación allí no requería ningún pago por su parte, tuvo que conseguir sus propios materiales de trabajo durante los seis años de aprendizaje. Allí se rebeló contra lo que consideraba como el estilo inacabado de pintores de moda como Rubens, defendido por Joshua Reynolds, primer presidente de la escuela. Con el tiempo, Blake empezó a detestar la actitud de Reynolds sobre el arte, especialmente su búsqueda de la «verdad y la «belleza general». Reynolds en sus Discourses sostenía que «la tendencia a la abstracción era la mayor gloria de la mente humana». Blake, en un escrito privado respondió que «generalizar es ser un idiota, particularizar es la única distinción del mérito». Sentía Blake aversión también por la aparente humildad de Reynolds, que veía como una forma de hipocresía. En lo artístico, Blake prefería la exactitud clásica de sus primeras influencias, Miguel Ángel y Rafael a los óleos de Reynolds, que eran más «a la moda».
En junio de 1780, mientras caminaba hacia la tienda de Basire, Blake fue arrastrado por una multitud violenta que asaltaba la prisión de Newgate de Londres. La muchedumbre llevaba escarapelas (cintas) en sus gorros, como símbolo solidario a la insurrección de las colonias norteamericanas. Atacaron a los guardias de la prisión con palas y picos, antes de prender fuego al edificio. Los amotinados escalaron hasta el tejado y lo demolieron, liberando a los prisioneros. Blake se encontraba en la primera fila de la multitud durante el ataque. Muchos biógrafos creen que acompañó a la multitud por impulso.
Estos disturbios eran la respuesta a un proyecto de ley del parlamento que revocaba las sanciones contra los católicos. Se les ha venido a denominar los tumultos de Gordon debido a Lord George Gordon (cuya asociación protestante incitó a las revueltas) y provocaron una ráfaga de legislaciones por parte del gobierno de Jorge III, así como la creación de la primera fuerza policial británica.
Matrimonio

Imagen de The Song of Los.
En 1782 Blake conoció a John Flaxman, que llegaría a ser su patrón, y a la que sería su esposa Catherine Boucher. En ese tiempo, Blake había sido rechazado al pedir matrimonio a otra mujer. Tras contarle a Catherine y su familia la historia, y ante la compasión mostrada por ésta, Blake afirmó amarla. Se casaron el 18 de agosto de 1782 en la iglesia de St. Mary, Battersea. Catherine era por entonces analfabeta, y firmó con una x su contrato marital. Más adelante Blake le enseñaría a leer y escribir así como a realizar grabados. Durante su vida, Catherine fue una inestimable ayuda para Blake, ayudando a imprimir sus trabajos iluminados y manteniendo su alegría estable tras numerosas desgracias. Su matrimonio, aunque sin hijos, continuó fiel y afectuoso durante el resto de la vida de Blake.
George Cumberland, uno de los fundadores de la National Gallery, llegó a ser un admirador del trabajo Blake. La primera colección de poemas de Blake, Poetical Sketches, fue publicada durante 1783. Después de la muerte de su padre, William y su hermano Robert abrieron una imprenta (1784) y comenzaron a trabajar con el editor radical Joseph Johnson. En la casa de Jonhson, Blake conocería algunos de los principales intelectuales disidentes de su época de Inglaterra, incluyendo al científico Joseph Priestley, el filósofo Richard Price, el pintor y futura amistad suya John Henry Fuseli, la escritora y feminista Mary Wollstonecraft y el revolucionario americano Thomas Paine. Blake, al igual que William Wordsworth o William Godwin, tenía puestas grandes esperanzas en las revoluciones francesa y americana; de hecho, acostumbraba a llevar una gorra roja como señal de solidaridad con los revolucionarios franceses. Sin embargo, sus esperanzas se vieron truncadas con Maximilien Robespierre y el Reinado del Terror durante la Revolución francesa.
Mary Wollstonecraft llegó a ser una amistad íntima, y Blake ilustró su Original Stories from Real Life (1788). Al parecer, compartían visiones similares sobre la igualdad de sexos y la institución del matrimonio. En Visions of the Daughters of Albion de 1793 Blake condenó la absurda crueldad de la castidad y el matrimonio sin amor y defendió el derecho de la mujer a su completa autorrealización.
En 1788, Blake comenzó a experimentar la técnica del aguafuerte, método usado para ilustrar la mayoría de sus libros de poemas. Este proceso es también denominado como impresión iluminada y lo que produce, libros iluminados o impresiones iluminadas. La impresión iluminada implicaba escribir el texto de los poemas en planchas de cobre con plumas y cepillos, usando un medio resistente al ácido. Las ilustraciones podían aparecer junto al texto de igual modo que los manuscritos iluminados medievales. Luego bañaba las placas en ácido para disolver el cobre no tratado y dejar únicamente el diseño. Las páginas impresas con estas placas tenían que ser recoloreadas a mano con pinturas al agua y después se cosían para formar un volumen. Blake utilizó esta técnica en cuatro de sus trabajos: Canciones de inocencia y de experiencia, The Book of Thel, El matrimonio del cielo y el infierno y Jerusalem.
Últimos años y trabajos
Aunque el matrimonio entre Blake y Catherine fue feliz y devoto hasta el final de su vida, hubo problemas iniciales como el analfabetismo de Catherine y el fracaso de la pareja en tener hijos. En un punto, de acuerdo con las creencias de la Swedenborgian Society, Blake sugirió traer a una concubina; a Catherine le apenó la idea, y Blake la desechó.
Más adelante, Blake vendió una gran cantidad de trabajos, en especial sus ilustraciones de la Biblia, a Thomas Butts. Cerca de 1800, Blake se trasladó a una casa de campo en Felpham (actual West Sussex), para llevar a cabo el trabajo de ilustrar las obras de William Hayley, un poeta mediocre. En este lugar Blake escribió Milton: a Poem, que sería publicado entre 1805 y 1808.
Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial. Varios de sus poemas y pinturas expresan una noción de humanidad universal. Conservó un interés activo en los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, aunque a menudo se vio forzado a disimular el idealismo social y transformar las declaraciones políticas en alegorías místicas protestantes. Blake rechazó toda forma de autoridad impuesta: de hecho, fue acusado por asalto y por pronunciar expresiones sediciosas y de traición contra el Rey en 1803 pero fue absuelto de estos cargos en las sesiones de Chichester.


Monumento cerca de la tumba no marcada de Blake en Londres.
Las opiniones de Blake sobre la opresión y la restricción de libertades se extendían a la Iglesia. Blake se consideraba un seguidor de la filosofía unitaria, y también manifestó ser Chosen Chief de la Ancient Druid Order desde 1799 a 1827. Sus creencias espirituales se evidencian en los poemas de Canciones de experiencia (de 1794), en los que Blake muestra su distinción entre el Dios del Antiguo Testamento, cuyas restricciones rechazaba, y el del Nuevo Testamento (Jesucristo), que veía como influencia positiva.
Blake regresó a Londres en 1802 y comenzó a escribir e ilustrar Jerusalem (1804 a 1820). Fue presentado por George Cumberland a un joven artista, John Linnell. A través de Linnell, Blake conoció a Samuel Palmer, que pertenecía a un grupo de artistas que se denominaban los «Antiguos de Shoreham» (Shoreham Ancients). Este grupo compartía con Blake el rechazo a las tendencias modernas y su creencia en una nueva era espiritual y artística. A la edad de 65, Blake comenzó a trabajar en las ilustraciones para el Libro de Job. Estos trabajos fueron posteriormente admirados por John Ruskin, que comparaba favorablemente a Blake con Rembrandt.
William Blake murió en 1827 y fue enterrado en una tumba sin nombrar, en Bunhill Fields, Londres. Un monumento fue erigido para él y su esposa. Su vida se podría resumir en su declaración: «La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma». Blake ha sido reconocido como santo por la Ecclesia Gnostica Catholica. El premio Blake para arte religioso fue establecido en Australia en 1949, en su honor.
William Blake y la pintura
La pintura de Blake, basada en visiones fantásticas de rico simbolismo, tiene cierta influencia de Miguel Ángel, por la musculatura de sus figuras y los escorzos a los que las somete. Aplicó su arte pictórico para ilustrar tanto composiciones propias como ajenas: el Paraíso perdido de Milton (una de sus obras favoritas), o Las noches, de Edward Young. La relación que hay entre los poemas y las ilustraciones es compleja y exige imaginación por parte del lector, ya que se basa no tanto en el tema del poema en sí como en la sensación que este transmite.
COROT
Jean-Baptiste Camille Corot paisajista francés nacido en París el 16 de julio de 1796 y fallecido también en la capital francesa el 22 de febrero de 1875).
Sus primeros años
Jean-Baptiste Camille Corot nació en París, en una casa desde la que se tenía una perspectiva del palacio de las Tullerías, el Sena y El Louvre. De familia acaudalada, Corot recibió una educación burguesa y realizó sus estudios secundarios en la ciudad gótica y normanda de Ruán, entre 1807 y 1812, tales estudios le marcaron definitivamente. Allí vivía con un amigo llamado Sennegon, lector de Jean-Jacques Rousseau y próximo a las ideas ilustradas, de quien adquirió el gusto por la naturaleza. Continuó su formación en Poissy y al concluirla, manifiesta su deseo de ser pintor, pero su padre se opuso a ello y lo empleó como aprendiz en el negocio familiar. Camille, sin embargo, dedicó casi toda su jornada laboral a dibujar, por lo que la familia terminó por aceptar su vocación y financió su formación artística.
Etapa de aprendizaje
Corot ingresó en el estudio de Achille-Etna Michallon, reputado paisajista, de quien aprendió a "observar con exactitud y ser verdadero al reproducir la naturaleza". Pero su temprana muerte le condujo en 1822 al estudio de Jean-Victor Bertin, otro paisajista que le aportó destreza en los principios de composición clásicos que caracterizan los paisajes sosegados y bien estructurados que pintó en Italia entre 1825 y 1828. Ejemplos de esta etapa son Forum (1826) y el Puente de Narni (1827), ambos en el Museo del Louvre, París.
Por entonces, Corot muestra ya la frescura de ejecución y la fidelidad al motivo contemplado y esbozado al aire libre (plein-air ) que lo convertirán en referencia inexcusable de los impresionistas, entonces en ciernes.
Viajes a Italia
En su primer y más largo viaje a Italia, entre 1822 y 1825, descubre fascinado los efectos de la rotunda luz meridional en Roma y su campiña y, más aún, en Tívoli y alrededores de Nápoles. Los temas pintados en Italia son, con frecuencia, los restos de monumentos de la Antigüedad romana, tantas veces pintados por artistas de toda Europa que acudían a Roma a completar su formación, pero mientras otros pintores repetían los modelos poéticos del clasicismo académico, Corot los pintó tal como los veía, como volúmenes que, sin perder su significación histórica, variaban según incidiera sobre ellos la luz.
La luz italiana le enseñaría otra de sus aportaciones fundamentales al lenguaje pictórico de la modernidad: "El dibujo -decía Corot- es lo primero que hay que buscar. Seguidamente, los valores cromáticos. Éstos son los puntos de apoyo. Después el color y, finalmente, la ejecución".
En Francia, Corot prefería las horas de amanecer y el crepúsculo, cuando la luz se difumina, para salir al campo a pintar con esto ha logrado atmósferas intimistas y recoletas dadas por el juego de sombras, matices apastelados y la variedad de reflejos mórbidos que aporta la luz solar en su amanecer o en su ocaso. Pero en Italia aprendió que el color pasaba así a ser un factor relativo, cuyo papel en la tela dependía de los demás tonos que lo rodeaban. Con ello no sólo estaba avanzando un principio esencial del lenguaje impresionista, sino del de toda la pintura moderna. Con todo no le falto un cierto toque de romanticismo que se refleja en cierta tonalidad algo melancólica o nostálgica.
Regreso a Francia


Autorretrato
De vuelta a Francia, vive en París y Ville d'Avray, pero viaja constantemente por todo el país en busca de nuevos paisajes, existencia itinerante que mantuvo toda su vida. En 1827 envía al Salón de París su obra El puente de Narni y desde entonces expone todos los años. Sus exposiciones en este salón le harían acreedor de las medallas de segunda clase en 1833 y 1849, así como a ser elegido miembro del jurado en 1848, 1849, 1864 y 1870. Además de la exitosa exposición en el Salón de 1860.
En 1830 la Revolución de Julio le sorprende en Chartres, donde pinta la fachada occidental de la catedral de una manera insólita en su tiempo: su singular obra ha alcanzado ya la madurez, y alterna los paisajes bucólicos, de tradición clásica, con vistas fragmentarias y carentes de contenido narrativo, que sólo admiten comparación con los paisajistas ingleses como Constable.
En sus viajes por Francia, frecuenta el bosque de Fontainebleau, donde traba contacto con Daubigny, Théodore Rousseau y los paisajistas de la Escuela de Barbizon, empeñados también en la renovación del género en la pintura francesa.
Todavía irá dos veces más a Italia -en 1834 y 1843-, donde reafirma la importancia que siempre le dio a la representación del volumen en el cuadro a través de la yuxtaposición de tonos diferentes.
En 1844 recibió el encargo de un Bautismo de Cristo para San Nicolás de Chardonnet, en París.
Sin embargo, su obra aún pasa desapercibida: no provoca grandes polémicas pero tampoco obtiene el favor del público y del mercado. Críticos como Baudelaire y Castagnary, elogian sus envíos al Salón, pero no acaba de calar en el gusto del público.
Consolidación artística
Durante estos años Corot continúa ahondando en la consolidación de su estilo. Para ello será importante su amistad con Constant Dutilleux, un pintor, grabador y editor de Arras al que conoce en 1847 y que le introdujo en el campo del grabado y le enseñó la técnica del cliché-verre, procedimiento que aprovecha para el grabado técnicas fotográficas.
El éxito le llega a Corot con la Exposición Universal de París de 1855,1 donde obtiene una medalla de primera clase y Napoleón III adquiere uno de los seis cuadros expuestos para su colección particular. Tres años después, en una subasta en el Hotel Drouot, alcanza importantes cotizaciones y, en el Salón de 1860, su Danza de las Ninfas obtiene un éxito sin precedentes.
El acabado académico
Puesto que los cuadros de Corot parecían esbozos de poca importancia, se pensaba que su frescura era la coartada de una insuficiente destreza y de carencia de recursos técnicos. Baudelaire escribió al respecto:
"Existe una gran diferencia entre un cuadro hecho y un cuadro acabado... La mirada del público está tan acostumbrada a esas piezas brillantes, limpias e industriosamente bruñidas que a Corot siempre se le reprocha que no sabe pintar".
Las reacciones de la crítica ante Manet y los impresionistas también serán de ese orden. La innovación en ambos casos (Corot y los impresionistas) es que la pintura procede de la experiencia y de los sentidos, no de los arquetipos heredados de la tradición. Corot, en ese sentido, introdujo en Francia la estética de lo fragmentario, definida en la pintura de paisaje por los románticos ingleses como Constable.
El clasicismo ofrece paisajes construidos, encuadrados e idealmente representativos de la Naturaleza entendida como un todo universal. Constable o Corot presentan, en cambio, figuras u objetos interrumpidos por el límite del cuadro. Sólo son fragmentos de naturaleza recreados por la pintura.
Corot y los impresionistas
La influencia de Corot fue decisiva en los primeros pasos de Monet, Renoir y Berthe Morisot, así como en toda la obra de Camille Pissarro, aunque no vio con simpatía al impresionismo como grupo, debido a la rebeldía antiinstitucional de sus jóvenes colegas.
Corot aunó la herencia clásica y romántica en el paisaje, sumando a la solidez compositiva de la tradición la frescura de la ejecución al aire libre, la paleta clara y el sentido de lo fragmentario. Sin él, quizás no hubiera sido posible el valor espacial y constructivo que, años después, Cézanne le daría a la pincelada impresionista, poniendo con ello el primer peldaño de la historia de la pintura moderna.
De acuerdo con lo que manifestó Monet, la obra de Corot, junto con la de Boudin y Jongkind, está en el origen del impresionismo.
Y es que puede considerarse que Camille Corot es el precedente más claro de los impresionistas, ya que fue el primero que le dio carta de naturaleza a la pintura al aire libre. La revolución impresionista radicaba precisamente en la fidelidad a la sensación óptica obtenida ante la naturaleza en determinadas condiciones de atmosféricas y de luz. Corot fue el primer pintor que expresó esa sensación en sus cuadros.


este cuadro trata sobre:

MILLET
La pobreza definirá la vida y la obra de Millet. Se inició en el arte del dibujo en su pueblo natal pero el fallecimiento de su padre provocaría la retirada temporal del mundo artístico hasta que el ayuntamiento de Grouchy otorgó una beca al joven creador para que estudiase en París. Allí fue discípulo de P. Delaroche y frecuentó el Museo del Louvre donde estudia a todos los grandes maestros de la pintura. Inicialmente se dedicó al retrato y a la mitología para empezar a trabajar más tarde en la temática campesina continuando los dictados realistas de Courbet. Daumier, J. Dupré y C. Troyon le animan a participar en el Salon de 1848. Lo hace con la obra El cribador, hoy en día en el Museo de Louvre de París. Se trata de su primera composición con tema de campesinos por el que, más tarde, se le reconocerá y admirará, sobre todo, por otros artistas del siglo XX como el propio Salvador Dalí, en su conocida obra El Ángelus. En 1859 se instala en Barbizon, donde permanecerá el resto de sus días, interesado en asuntos rurales que le valieron la catalogación de socialista. En sus obras describe científicamente el duro trabajo de los campesinos, que acompaña con toques de espiritualidad. A pesar de residir en Barbizon nunca tomará parte en esa Escuela de pintores que allí se formó aunque él mismo los visita e incluso aunque tenían algunos puntos en común como la búsqueda de un mayor naturalismo. Hacia la década de los sesenta, su pintura se centra en la visión de un nuevo paisaje influido por Rousseau y realizado con pastel donde se pueden llegar a apreciar efectos casi impresionistas y caracteres del Simbolismo. Sus deliciosas escenas del mundo rural francés influirán en Van Gogh.

Este cuadro trata sobre:
El incendio que se produjo en el edificio del Parlamento de Londres en la noche del 16 de octubre de 1834 fue realizado sin utilizar ninguno de los numerosos bocetos tomados el día del suceso.
La imagen está tomada desde el puente Waterloo para obtener efectos diferentes respecto a su compañero. Las llamas y el reflejo del agua se convierten en los protagonistas de la composición, envuelta en una bruma de humo perfectamente conseguida. Igual que en su pareja, el maestro londinense se preocupa por representar el público que presenció el incendio, muy numeroso como se puede apreciar en la zona de la izquierda.
La sensación de perspectiva es otro de los logros de la pintura de Turner, obteniendo espacios muy amplios. El fondo de la escena está difuminado por efecto de las llamas y la lejanía, aunque se consiguen divisar las siluetas de las torres.

TURNER
El paisajismo inglés del Romanticismo tiene como máximos representantes a Turner y Constable.
Joseph Mallord William Turner nació el 23 de abril de 1775 en Londres. Su padre era barbero y fabricante de pelucas mientras que su madre se dedicaba a las labores del hogar. Mary, la madre, sufría frecuentes crisis nerviosas y se dice que el pintor heredó su carácter melancólico.
A los once años William se trasladó a vivir a casa de su tío en Middlessex, abandonando el barrio donde había transcurrido su infancia. Empezó en estos momentos a acudir a la escuela y a colorear grabados. En 1788 regresa a Londres y empieza a trabajar para un arquitecto especialista en acuarelas; su preocupación por el modelo real y la observación serán las líneas maestras de esta fase de aprendizaje. En esta etapa realiza varios viajes por tierras inglesas, obteniendo interesantes estudios que posteriormente le servirán para sus obras definitivas ya que Turner solía tomar las notas para sus cuadros mucho antes de realizarlos, incorporando a la obra definitiva la impresión que ha reconstruido la memoria.
En 1791 obtiene un premio de dibujo en la Royal Academy de Londres gracias a un paisaje lo que le llevó a decantarse definitivamente por esta temática. Dos años después conocería al doctor Thomas Monro, médico psiquiatra y gran amante del arte quien le ocupará en la copia de los dibujos que tenía en su colección. En la ejecución de este trabajo conoció a Thomas Girtin. Girtin dibujaba los contornos y Turner los coloreaba con acuarelas, iniciándose así una importante relación entre ambos jóvenes.
A los 20 años William empieza a trabajar al óleo mientras recibía las primeras críticas por sus acuarelas. En estos momentos también llegan los primeros encargos; debe pintar vistas de la campiña inglesa viéndose obligado a realizar continuos viajes para tomar bocetos y dibujos. Estos encargos de los nobles y aristócratas londinenses le van a permitir amasar una pequeña fortuna. Sus fuentes de inspiración estarán en la pintura de Rembrandt -de quien captará los contrastes luz/sombra-, Poussin, Claudio de Lorena y Dughet, pintores de los que obtendrá la sobriedad clásica que podemos contemplar en sus trabajos definitivos.
En 1798 Turner visita el norte de Gales para conocer mejor donde se inspiraba el pintor Richard Wilson. Por estos años finales del siglo XVIII, los cuadros de William son bastante oscuros, interesándose por el dramatismo y lo imponente de los temas como bien se puede observar en El lago de Buttermere o El castillo de Dolbadern.
Los importantes encargos que recibe motivarían el traslado a un nuevo estudio. A partir de 1800 conoce a Sarah Danby, joven viuda que será durante años la compañera del maestro, naciendo de esa unión dos hijas: Evelina y Giorgiana.
En 1802 Turner viaja a Suiza pasando el otoño en París. En la capital francesa conocerá personalmente a Jacques-Louis David y visitará el Louvre donde tuvo la oportunidad de copiar a Tiziano, Rafael, Rubens y Rembrandt. El color como medio de expresión será su objetivo más inmediato en estos momentos por lo que buscó su inspiración en el museo francés. También realizará durante este viaje numerosos bocetos que utilizará en obras posteriores. Este mismo año de 1802 es elegido miembro de pleno derecho de la Royal Academy, en cuanto tuvo la edad requerida para serlo, aunque ya llevaba vinculado a la institución bastante tiempo.
Cinco años después del viaje a Francia publicará el primer volumen de "Liber Studiorum" colección de grabados realizados a sugerencia de un amigo como imitación del "Liber Veritatis" que había elaborado Claudio de Lorena en el siglo XVII. Era ésta una manera de homenajear al maestro del Barroco francés al tiempo que difundía su propia producción y su fama. En estos momentos los críticos empiezan a achacarle cierta indefinición en los contornos, la utilización poco apropiada del color y la infidelidad a la naturaleza. Incluso su cuadro Salto del Rin en Schaffhausen fue acusado de parecer "haber sido producido por arena y yeso".
Desde 1807 Turner se interesa especialmente por el color y por el empleo de fondos blancos para los cielos y el agua, otorgando así mayor luminosidad a los tonos claros. Esta nueva fórmula la podemos apreciar en Pescador saludando a un mercante. Algunas obras de las realizadas en estos momentos están tomadas directamente al óleo del natural, algo bastante extraño en Turner que prefería el lápiz o la acuarela para los apuntes, observándose aquí una clara influencia de John Constable.
William realizará una serie de vistas de casas de campo propiedad de nobles londinenses con las que afirmaba su estatus social y conseguía un rápida fama al ponerlas de moda entre las clases aristocráticas. Esta fama vendrá acompañada de su contratación como profesor de perspectiva por parte de la Royal Academy entre los años 1811 y 1828. Precisamente el interés por la perspectiva será una de las características que definen sus trabajos.
En 1819 realiza su primer viaje a Italia ya que se le encargarían algunas acuarelas para ilustrar un libro. Pasó por Turín, Milán, Venecia, Roma y Nápoles, dedicándose a copiar obras de algunos maestros clásicos, especialmente Tintoretto. En Roma fue nombrado miembro de la Academia de San Lucas. Gracias a los pintores extranjeros residentes en la Ciudad Eterna, William se puso en contacto con los maestros del Quattrocento italiano: Mantegna, Masaccio, Botticelli, Piero,... De regreso a Londres en 1820 que ponía de manifiesto lo aprendido en este viaje a Italia en el cuadro titulado Roma vista desde el Vaticano donde hace un sensacional homenaje a Rafael.
En los años siguientes expondrá muy poco en la Royal Academy pero sus trabajos se podían admirar en los locales dispuestos al efecto por sus protectores y en la galería abierta por el propio Turner junto a su casa. Cada uno de los trabajos expuestos iba acompañado de un poema, bien suyos o de sus poetas favoritos, uniendo de esta manera poesía y pintura. En estas fechas su relación con Sarah Danby se enfrió considerablemente, estrechando su contacto con la sobrina de ésta, Hannah, relación que durará hasta la muerte del artista.
Turner se convierte en la década de 1820 en el pintor preferido del gran público, de la aristocracia e incluso de la realeza. Sus paisajes son admirados por todos. El maestro se interesa en estos momentos especialmente por los efectos atmosféricos, la luz y el color, llegando a decir algún crítico de él que "Hay un pintor que tiene la manía de pintar atmósferas".
La estancia en Italia se va a repetir en 1828, pasando esta vez por París, Avignon, Florencia y Roma. Pintó asiduamente e incluso organizó una pequeña exposición en la Ciudad Papal cosechando un gran éxito de público, aunque no de la crítica. En febrero de 1829 Turner está de nuevo en Londres para realizar el Ulises, obra en la que emplea colores claros y luminosos gracias al estudio de las obras italianas del Renacimiento: Leonardo, Rafael, Miguel Angel, Correggio, ... Este mismo año de 1829 fallecía el padre del maestro.
A lo largo de 1831 Turner va a viajar por Escocia para contactar con su buen amigo Walter Scott a quien el pintor iba a ilustrar un libro de poesía. Al año siguiente se trasladará a París donde conocerá a Delacroix. Durante el verano de 1833 regresará a Venecia, una de las ciudades que le cautivará, realizando desde este momento un elevado número de escenas protagonizadas por la Ciudad de los Canales. En 1840 visitará por tercera y última vez Venecia, sintiéndose atraído por sus atmósferas.
Al regresar a Londres, Turner se pone en contacto con uno de sus más férreos defensores, John Ruskin, joven teórico de la Historia del Arte que incluirá a Turner en su obra "Modern Painters" y a quien dedicará estas palabras: "en Venecia él encontró libertad de espacio, brillantez de luz y variedad de color". Durante 1844 Turner presentaba en la Royal Academy su obra más famosa: Lluvia, vapor y velocidad, trabajo en el que recogía todas sus investigaciones respecto a la atmósfera, la luz y el color.
A partir de 1845 abandona su contacto con la naturaleza por lo que será duramente criticado, siendo sus cuadros cada vez más caóticos llegando incluso a tener que clavar un clavo en el marco para que se supiese cuál era la parte de arriba al enviarlos a las exposiciones. Compró una casa en Chelsea en la que vivió una larga temporada con Sophia Boot, haciéndose pasar por almirante retirado. En 1850 expuso por última vez en la Royal Academy. Enfermó en octubre de 1851 falleciendo el 19 de diciembre de ese año en su casa de Chelsea a la edad de 76 años.
En su testamento legaba a la nación inglesa sus cuadros finalizados, con la condición de que se construyese un museo Turner para albergar esta colección, en el plazo de diez años tras su fallecimiento. De lo contrario, los cuadros deberían ser vendidos. No se construyó el museo ni se vendieron los cuadros y tras más de un siglo de indecisiones, el legado Turner -constituido por lo que había en su estudio tras su muerte: 320 óleos y más de 19.000 acuarelas y esbozos- se ha recopilado en un edificio anexo a la Tate Gallery, la llamada Clore Gallery, que fue inaugurado por la reina Isabel II en abril de 1987.

Este cuadro trata sobre:
Al Goya caricaturista tardorrococó le divertía, al principio, la humanidad como un espectáculo de marionetas. En sus alegres cartones para tapices y en los lienzos de los años setenta y ochenta, sus figuras mantienen un frágil equilibrio, los movimientos describen acciones inacabadas y los rostros representados son máscaras de porcelana. Obsérvese, si no, el círculo risueño y lúdico de La gallina ciega (1788-1789), conservado en el Museo del Prado.

Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia, 15 de abril de 1828) fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX.
Tras un lento aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito estilístico del barroco tardío y las estampas devotas, viaja a Italia en 1770, donde traba contacto con el incipiente neoclasicismo, que adopta cuando marcha a Madrid a mediados de esa década, junto con un pintoresquismo costumbrista rococó derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la manufactura real de Santa Bárbara. El magisterio en esta actividad y en otras relacionadas con la pintura de corte lo imponía Mengs, y el pintor español más reputado era Francisco Bayeu, que fue cuñado de Goya.
Una grave enfermedad que le aqueja en 1793 le lleva a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresa temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales. Una serie de cuadritos en hojalata, a los que él mismo denomina de capricho e invención, inician la fase madura de la obra del artista y la transición hacia la estética romántica.
Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.
Gran popularidad tiene su Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo XIX datan también otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo arte burgués. Al final del conflicto hispano-francés pinta dos grandes cuadros a propósito de los sucesos del levantamiento del dos de mayo de 1808, que sientan un precedente tanto estético como temático para el cuadro de historia, que no solo comenta sucesos próximos a la realidad que vive el artista, sino que alcanza un mensaje universal.
Pero su obra culminante es la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco con que decoró su casa de campo (la Quinta del Sordo), las Pinturas negras. En ellas Goya anticipa la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo XX.